Delhi... el principio del fin

Escribo desde ya desde España (por fin puedo usar los acentos y la ñ!!) y aun un poco en estado de shock... se me hace raro andar por estas calles limpias y sin vacas, ruidos, rickshaw... menos de 48 horas en la tierra que me vio nacer y ya hecho tanto de menos a ese loco y extraño pais, pero voy a seguir narrando el viaje.
Deje Pushkar y con la ciudad a Nico y Rosa quienes continuaban su camino con nuevas rutas... el viaje de Pushkar hasta Delhi fue como todos, largo y llenos de contratiempos, pero bueno, quien venga a India ya sabra de que estoy hablando.
Cuando por fin llegue al Main Bazaar en el centro de Delhi (zona comercial y turistica) y me dirigi a uno de los hoteles que me habian recomendado me encontre en la misma puerta del hotel y en mitad de la calle (debo decir que eran mas de las doce de la noche y que todo estaba tranquilo y cerrado) un elefante con su dueño... al verlo mi sorpresa fue que no me sorprendi nada de encontrarme un elefante caminando el centro de una gran ciudad... esto lo cuento como ejemplo de lo que siempre digo: India me ha devuelto la capacidad de sorprenderme y ya no me sorprendo de nada! y es que "sub kuch milega" (todo es posible... fase muy famosa en hindi).

Mis dias en Delhi fueron muy tranquilos... compritas y mas compritas por el Main Bazaar, la verdad es que no me dio tiempo a hacer nada de turisteo. Delhi, como el resto de India esta lleno de israelitas y alli coincidi con Mati, un chico judio muy majete con el que hice buenas migas ya en Pushkar y que reencontre en esta ciudad.

De Delhi, por lo tanto, poco puedo decir... es como tantas grandes ciudades en India... ruidosa, caotica, extranya, sucia... a mi me gustaba especialmente cuando tuve que coger un taxi o un rickshaw a altas horas de las noche y recorrerla en su oscuridad y paz nocturna, con personas durmiendo en todas partes y una especia de neblina rojiza debida a la contaminacion.